Fotografía de calle

La fotografía callejera refleja la interacción del humano con su entorno en un contexto rutinario. Las posibilidades para practicar este tipo de fotografía se pueden dar en cualquier parte, no es necesario buscar “escenarios” específicos para ello, aunque es cierto que podríamos fácilmente  caer en un estancamiento si de nuestro propio entorno se tratase, es por ello que es importante ejercitar la observación para estar al tanto y encontrar lo impresionante dentro de lo rutinario. Muchas veces creemos que en otra ciudad distinta nos seria mas facil encontrar la fotografía, pero es más importante encontrarla ahí donde sea que estemos, experimentar otros puntos de vista, jugar con sombras, patrones, colores, reflejos, siempre hay algo nuevo que probar para encontrar esa fotografía de impacto.

El principal problema al practicar fotografía de calle suele ser no saber reconocer lo que es fotografía de calle. Hay que recordar que su principal ingrediente es la espontaneidad y naturalidad, un encuadre sin duda cuidado y planeado pero con una acción que no esta en nuestro control.

La historia de la fotografía de calle va de la mano con la de la fotografía misma desde aquel experimento de Niépce desde la ventana de su estudio justamente se estaba realizando inconscientemente una fotografía de la calle. En los primeros años del siglo XX se venía haciendo fotografía de calle, los grandes fotógrafos franceses retrataban el paso del tiempo y la rutina del parís de principios de siglos; equipados con grandes cámaras de placas que no permitían andar mucho, ademas de que; debido a la sensibilidad de las placas, exigían largos tiempos de exposición lo que provocaba que el resultado fueran grandes calles vacías y hermosos jardines desolados.

La evolución de los equipos fotográficos, la película, sensibilidades, tamaño de equipo son los que han facilitado la vida a los fotógrafos de calle. Nuestra primer gran amiga sin duda fue la primer Leica, una cámara presentada en 1923 pequeña, versátil y que además usaba película 135. Y si, aunque no lo crean, lo que más gustaba de ella era su tamaño y bajo costo. Otra gran avance fue el dejar de lado el polvo de magnesio para ocupar lámparas de flash, lo que hizo aún más portátil y seguro el equipo.

Hasta principios de la década de los 30s se venía trabajando sobre soportes en Blanco y negro, pero en esta década todo cambio. LA aparición del Kodachrome en 1935 y la de Agfacolor en 1936 trajo la posibilidad de capturar color, sin duda una nueva herramienta creativa.

En Nueva York desde los 30´s empezó el boom de la fotografía de calle, volviendo esta ciudad el epicentro del movimiento y de la fotografía misma. Grandes personajes se desarrollaron, estudiaron o expusieron en esta ciudad, donde lo multicultural sin duda aportó al desarrollo de la fotografía y la diversidad de formas de ver.

En la época actual es común ver fotógrafos de calle en las grandes ciudades y capitales culturales del mundo. El movimiento, la gran afluencia de turistas, la gente ocupada, las luces y caos sin duda hacen de estos lugares los spots preferidos para fotografía de calle, pero si aprendemos a observar cualquier rincón es digno de fotografiarse, aprendiendo a encontrar lo irrepetible en medio de nuestra rutina diaria. Ahora también tenemos herramientas que facilitaron nuestra actividad, con equipos compactos, ligeros, tecnológicamente avanzados, que si los grandes maestros hubieran tenido a su alcance, seguramente tendríamos más que ver de ellos.

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